Conocimiento del funcionamiento del Tarot

El tarot es un traductor energético de las circunstancia de la vida.

Si tenemos la comprensión de que en la vida nada está cerrado al cambio, porque entendemos que tenemos pleno albedrio de nuestros comportamientos, porque así funciona la evolución espiritual humana a nivel físico,  entonces tenemos que entender también que la lectura del Tarot, donde se plasma las circunstancias  que vivimos nosotros o otros, también pueden cambiar según cambien nuestras decisiones en el momento presente.

Cuando se realiza una lectura del Tarot, esa lectura nos traduce o nos da a ver, la voluntad de la persona en ese instante del presente, de lo que esa persona piensa hacer más adelante, de lo que está dispuesta a realizar, de sus deseos en  ese momento donde su voluntad esta puesta para que así se proyecten en el futuro. Pero nada es algo ya cerrado, si su voluntad cambia en cualquier momento del presente que vive, esa voluntad también cambiara el futuro.
 Así que, aun cuando hayamos visto una situación futura en la lectura del tarot no quiere decir que esas circunstancias que hemos visto  no cambien, es cierto que en una lectura, el tarotista se puede equivocar en la interpretación de las cartas, pero hay que tener en cuenta que las circunstancia vistas también pueden cambiar según lo mencionado anteriormente.
Hay mucha gente que cuando acude a consultar el Tarot piensa que lo que le está diciendo el tarotista es algo ya inamovible, algo ya cerrado y nada está cerrado en el futuro, lo único cerrado es el pasado, porque ya es algo realizado algo que ya no se puede cambiar, pero el futuro e incluso parte del presente no realizado se puede cambiar según esa ley universal del libre albedrio.
Cierto es que hay situaciones que el individuo tiene que pasar para su aprendizaje, cosas que están estipuladas con anterioridad a nuestra reencarnación y esas circunstancias sí que son inamovibles, pero aun teniendo que vivir determinadas situaciones, el cómo se desarrollaran esas circunstancias es algo que el individuo hará según su entendimiento en el momento que lo experimenta, dependerá de lo que haya aprendido anteriormente, de su nivel de compresión de la situación que se le presenta y eso se hace en el momento de la vivencia.

Decir y afirmar al consultante “esto es así y seguro que se realizara así” es un timo que muchos utilizan para tener al que consulta engañado de  cómo funciona realmente  el Tarot y del desarrollo de las cosas que quiere saber.
Aquel que realmente maneja el Tarot de una forma espiritual, con consciencia, con amor hacia el próximo y respecto hacia este conocimiento, siempre tiene que hacerlo desde una forma real, tiene que ejecutarlo desde el conocimiento de lo que significa el Tarot, debe conocer en profundidad el Tarot, si no, estará manejando algo sin verdadero y necesario conocimiento de este simbolismo energético Divino.

  Al consultante se le debe informar sin trampas, pero si con transparencia, lo que le marcan sus cartas, su tirada, haciéndole comprender que su manera de proceder y actuar  le llevaran a los resultados que se ve en la tirada.
 Así, el que consulta, puede tomar decisiones al respecto a su comportamiento si quiere obtener en el futuro algo distinto a lo que se proyectara si no cambia de actitud.
También debe de saber el consultante que las cosas que dependan de actitudes ajenas no las puede cambiar, porque no está en sus manos la voluntad ajena, solo puede saberlas o conocerlas por lo que sale en la tirada, pero nunca modificarlas y siempre tendrá que tener en cuenta que lo que se ve en ese momento, puede cambiar si la persona implicada en la cuestión cambia de actitud o pensamiento antes de que se puedan producir los hechos, porque  estos hechos siempre están supeditados a su voluntad personal.
Y así funcionan todas las mansias.
Lilith








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