¿Está cualificado espiritualmente todo aquel que hace uso del manejo del tarot profesionalmente?


El  tarot es un medio de interpretación energético entre consultante y tarotista.
Un buen intérprete es un traductor energético y un  conocedor del universo de esta creación.
Cuando en algún momento queremos saber las situaciones que vivimos y de sus porqués, cuando queremos saber lo que nos depara las situaciones futuras, que no son otras que las consecuencias de nuestras vivencias  actuales y pasadas, recorremos al tarot para que nos diga a través de su simbología lo que refleja la energía de nuestras situaciones, actitudes, decisiones,  pensamientos etc.  en nuestra vida. 

Al conocer lo que nos indica el tarot, transmitimos al consultante lo que refleja su tirada y si nos pide,  podemos  ayudar y aconsejar  a reflexionar sobre las situaciones que le provoquen sufrimiento para que  pueda transformar  conductas que de alguna forma, no sean las más indicadas para su propio equilibrio emocional.

Lo que constato muchas veces es que no se utiliza el tarot de una forma consciente de lo que representa el poder llegar a ver  y entender las situaciones que nos toca vivir, he constatado que se utiliza y maneja de forma muy poco espiritual, muy poco constructiva, utilizando este medio para  hacer creer que a través de la lectura se puede modificar las situaciones aun cuando el propio consultante no hace nada para esa modificación, que no puede ser otra que a propia transformación individual, desde la consciencia de lo que le ha provocado esa situación que vive.

Mucha gente que se dedica al tarot, lo mezcla con otras artes muy poco aconsejables, mezclando encantamientos, hechizos, rituales oscuros para atraer parejas, manejos de energías negativas, invocaciones del más allá etc. Hacen creer que todo vale y que nada tiene una consecuencia muchas veces nefasta para quien lo practica y a quien es dirigido.  

La mayoría de personas no son conscientes del valor real de tales triquiñuelas, no saben realmente lo que están haciendo, e inducen a los demás a que lo hagan, no profundizan  en el valor de cada acto que no es licito a nivel espiritual, en las repercusiones  de un mal manejo de energías que van en contra de nuestra propia evolución y del respeto al otro, de la salud emocional y incluso física, cuando todos deberíamos saber de que todo lo que se hace tiene sus consecuencias  y que la manipulación oculta de voluntades ajenas sin su consentimiento no trae a la larga ningún resultado bueno.

Puedo entender que quien hace este tipo de trabajos es ignorante a cuanto lo que significa la existencia en sí misma,  a los principios Universales Divinos y del  propósito del funcionamiento de todo lo creado,  de lo que significa el karma,  ignorante de una conducta con verdadera consciencia, autentica, necesaria y esencial  para todo aquel que quiere ser una vía de canalización del conocimiento y interpretación del tarot o cualquier otro medio de ayuda al que lo requiere.

 ¿Cómo pueden hablar de amor si no saben su significado? El amor es algo natural que se da  y se recibe sin tener que “comprarlo” de forma manipuladora, se habla de luz cuando viven en la más profunda oscuridad de entendimiento. 

Es cierto que en muchos casos la persona que consulta este tipo de mancias, no acepta con facilidad las respuestas cuando no son las que supone  debería oír, ya porque no son las de su agrado o porque no van de acuerdo con lo que desea que fueran. Pero claro está, el que lee el tarot no puede decir nada distinto a lo que ve, aun cuando lo que ve no sea agradable o del gusto del consultante.

 Pero  todo esto no es razón para inducir al consultante a manejar las situaciones de forma inconsciente, llevando a las personas a practicar actos que más tarde tendrán sus consecuencias, y eso no se les informa, porque en el fondo es una manera de “enganche” de clientela fácil, dependiente de tener el poder de manejar las situaciones a su antojo.

Todos sabemos que tenemos plena libertad, libre albedrio, que se nos otorga cuando somos creados por nuestro creador, para pensar y  actuar, pero esta libertad esta para que aprendamos a ser y a estar cada vez más capacitados para discernir  los caminos correctos hacia la realización de nuestro ser espiritual evolutivo, y para ello es necesario que nuestras acciones sean de acuerdo a lo que queremos ver realizado en nuestras vidas, aprendiendo desde el amor más verdadero hacia  los demás y hacia nosotros mismos.   

Lilith